Guayaquil, 24 de Abril del 2002
El día miércoles que me tocaba partir me sentía tan nerviosa, y a la vez tan contenta… Sentía tantas emociones a la vez, que no sabría decir como me sentía. Era la primera vez que subiría a un avión, era la primera vez que me alejaría tanto de mis hijos.
Bueno, aquel día tan ansiado subí al avión, me sentí tan nerviosa, tenia miedo, pero poco a poco fui tranquilizándome. Me tocó bajar en Caracas, me sentía muy contenta, sentía además una gran angustia al sentirme sola en otro país, pero luego fui nuevamente a otro avión que me llevaría a otro país, aún mas lejos del mío, ese país seria Bogotá. También me tocó bajar y seguir a las personas que se habían bajado conmigo, estaba completamente perdida, sin saber para donde “agarrar”. En este país me tocó estar mucho tiempo, el tiempo se me hacia largo y mi desesperación aumentaba en este aeropuerto. Había olvidado, o mejor dicho no sabia que tenia que chequear los documentos, y cuando lo hice era ya bastante tarde. Llegué a pensar que me quedaría ahí, que no podría subir al siguiente avión. Me sentí mucho mas angustiada que antes, con mucho miedo, pero lo logré.
Luego en el avión que se dirigía a Paris me sentí en cambio confundida, porque las azafatas no hablan español sino francés. Un joven me preguntaba que quería para servirme de comer, y yo le hacia señas que nada, no porque no tuviera hambre, sino porque no le había entendido nada. El señor junto a mi me decía que pasaría hambre si no comía algo, y es entonces cuando entendí que el joven me había preguntado que comería. El mismo hombre me ayudó y pidió algo de comer para mi. Entendí que es muy necesario aprender otros idiomas.
El día jueves, a las 2 de la tarde llegué a mi destino, Barcelona. Retiré mi maleta, por cierto cada vez me sentía mas confundida, entonces pedí ayuda para todo, no sabia donde se encontraba cada lugar al que debía ir.
Ya en el taxi, el taxista me enseñó varios lugares de Barcelona y luego me llevó al hostal donde me hospedaría. Llegué y aquella mujer fue muy amable y me ayudó a comunicarme con Elkie. Mis planes habían sido de quedarme aquel día en Barcelona y al día siguiente marcharía a Alicante. Pero mi angustia era tan grande que decidí en ese momento partir hacia Alicante, y así lo hice saber a Elkie. Fui hasta la estación de trenes y tomé uno. Llegué a Alicante a las 20,30 h., luego llamé nuevamente a mi amiga para indicarle que había llegado y ella pueda ir a recogerme. Cada minuto se me hacia una eternidad pero al fin llegó y fuimos a la que también seria mi casa, es así como la siento ahora. Al llegar aquí conocí a Ázaro, un anciano muy bueno, aunque como todas las personas del mundo tiene sus pequeños y grandes defectos, pero no puedo dejar de pensar que siente cariño hacia nosotras.
También conocí a Jorge, un paisanito que es un gran hombre, una gran persona y un gran amigo. Los primeros días que llegué a mi destino final, Novelda, me la pasaba durmiendo y comiendo a las horas que no correspondían aquí. Pero mas dormía que cualquier otra cosa. Me sentía muy avergonzada con Elkie porque no la ayudaba a hacer nada, pero ella me daba confianza y me decía que cuando ella llegó también sentía mucho sueño.
Han pasado los días y poco a poco fui acostumbrándome, hace frío pero muy poco, se acerca el verano y ya hace un poco de calor de vez en cuando.
Hoy ha venido Dolores con su marido a visitar a su padre, a Ázaro, entonces tuve oportunidad de conversar con Aurelio, quien me ha propuesto que cuide a su mamá.
Nunca imaginé que justo un 1º de mayo yo entraría a trabajar, pero así es la vida. Fui a conversar con Aurelio y dos de sus hermanas que han aceptado que cuide a su madre Manolita, una mujer muy buena, muy dulce pero que al igual que yo se sentía confundida, y además incómoda de que otra persona frecuente su casa, otra persona a quien ella no conocía, de quien no sabia nada, de otro país que no conocía sus costumbres, todo fue un poco difícil. Mas aún con lo que pasó con Bibi, ella era la persona que dormia con Manolita, pero cuando me vio llegar con Manolita de la Iglesia grande fue su impresión, a mi me hizo buena cara, pero esa misma noche no pudo dormir pensaba en lo que ocurría pensando en que la echarían, asi que se fue por su cuenta, para luego regresar donde Manolita a suplicarle que no la despidan, eso confundió mas a Manolita que peor no me aceptaba a tal punto que no quería que vaya en las mañanas.
Cuando yo entré a trabajar me habían dicho dos turnos de 9:30 a 2 y de 5 a 10, pero ahora ella no me quería en las mañanas, por suerte eso duró poco y volví a mis dos horarios. Parece que las cosas marchan mejor pero todavía falta para que ella acepte a que me quede definitivamente.
Los primeros días me desesperaba porque siempre quiero que llegue el día sábado para poder llamar a Ecuador, escuchar la voz de mi muchachita linda, aún cuando no sé que era mejor escuchar su voz que la sentía tan triste y me desconsolaba tanto que sentía la desesperación de agarrar un avión y regresarme junto a mis hijos, o pensar únicamente que ellos están bien, y calmar las ansias de tomar un teléfono y llamarla a Dayanne, que es con quien mas puedo hablar porque ella tiene teléfono donde mi tía.
Los primeros días sentía una angustia muy grande porque no había podido conversar con Johan, y eso me dolía mucho, pero ahora estoy tranquila porque solo cierro los ojos y lo miro a él riendo con sus grandes dientes que tanto me gustan. Ahora no tengo dinero para poder llamarlos, pero para fin de mes podré hacerlo, y eso me llena de esperanzas.
Ahora que estoy tan lejos, siento aun mas el cariño de mi mami. Cuando hablo con ella soy muy feliz, y me doy cuenta cuanto la quiero y siento mucho cariño en sus palabras, siento que ella me quiere mucho y que piensa mucho en mi.
No he podido conversar por teléfono con mis hermanos y me siento muy triste, pero mas triste me siento cuando pienso en aquel día de mi partida. Tuve que ser yo quien me dirija donde ellos a despedirme y no ellos donde mi, pero tal vez eso es lo de menos, siento mucho dolor al pensar en Patricia, por algún momento pasó por mi cabeza que ella me daría un abrazo de despedida, pero no fue así. Ella no dio importancia a mi despedida, solo se preocupó por la supuesta deuda, preferiría no acordarme de eso porque lloro cuando lo pienso. Prefiero pensar en Wilson, quien se preocupó de acompañarme a coger el carro y eso me da mucho gusto el acordarme, también me hace llorar el recordarlo, porque sé que tengo un hermano que aunque hayamos tenido algún malentendido, él estuvo junto a mi en el momento de mi partida. Sé que siente cariño hacia mi y me hace llorar, pero de alegría.
Qué feliz he sido al escuchar la voz de Manuel al llamarme. Sé que no lo ha hecho antes porque en realidad no tiene dinero, pero sé que él me ama, aunque en el aeropuerto lo sentí muy raro, muy frío, aunque puede haber sido una reacción como la que tuvo la bebé al esconderse detrás del padre, cuando yo quería despedirme de ella. Conversamos mucho con Manuel y con mi ojoncito lindo, que estoy tan feliz.
Para el día de la madre me sentí muy contenta porque pude hablar con toda mi familia, me sentí muy bien, muy feliz aunque intenté hablar con mi papi y no pude, pero sé que él recibió mi mensaje y sabe que lo quiero.
La primera semana que llegué aquí, o mejor dicho el primer sábado que llegué estando aquí me fui a bailar, pero ahora mi vida se volvió una rutina, de lunes a domingo es lo mismo, pero no me aburro. No soy completamente feliz, porque no tengo junto a mi lado a mis hijos y a Manuel, pero sí vivo en paz y contenta, de saber que algún día podré regresar a mi querido Ecuador con un buen futuro para mis hijos.
Vivo en paz con dos amigos maravillosos que tengo, que aunque haya conocido a Jorge hace tan poco tiempo, he aprendido a quererle como un gran amigo, porque es así como él se porta conmigo.
Han pasado los días y me siento bien, me he acostumbrado con facilidad y sé que algún momento llegará la nostalgia y los problemas.
No estuve equivocada, empezaron los problemas. Como trabajo todo el día, llego a las 10:30 de la noche, no tengo oportunidad de ayudar en mucho a Elkie. Antes en la tarde, cuando regresaba a comer, de 2 a 5, tenia tiempo para poner ropa a la lavadora, tender ropa, recoger la que estaba en el cordel y doblarla, lavar los platos de la comida, pero ahora no lo hago y me ha dicho que soy una vaga. Como me dolió, sentí muchas ganas de estar en mi casa. Lloré mucho, sentía desesperación y angustia, bueno ya pasó. Conversamos y volvimos a empezar, aunque he quedado muy resentida con ese asunto.
Ahora para rematar tuve problemas con una hija de Manolita, ella se molesta mucho por todo. Me dice que yo no quiero aprender a guisar (cocinar), y que entonces conseguirá otra persona. Quiere ver a Manolita gorda a pesar de que sabe que su madre no quiere comer, quiere que no me mueva de la Iglesia, quiere que esté pegada junto a su madre a pesar de que Aurelio me ha dicho que puedo dejar a Manolita en la Iglesia e irme, y luego ir a recogerla pero ella quiere que las cosas sean como ella lo dice.
Cuando empezó a gritar un dia en casa de Manolita, yo me sentí muy mal, sentí ganas de salir a la carrera, llamé a Elkie desde el móvil (celular) y fue ella quien me tranquilizó y me dijo que tomara las cosas con calma. En realidad me sentía tan mal, escucharla gritar, que Manolita se enfadó mucho con ella que tuvo que marcharse.
Los días siguen igual, la misma rutina. Llego a casa de Manolita a las 10:30, le doy el desayuno, le doy un masaje y le pongo una crema. Luego barro, limpio el polvo y friego el piso. A la 1:30 me pongo a cocinar, friego los platos, y me pongo a hacer algo que me ha quedado pendiente. Esta casa es muy grande y tiene un gran jardín el cual me toca arreglar, también tengo que limpiar la cochera. Subo, me cambio de ropa y nos vamos a misa, regreso, hago la cena, friego los platos, saco la basura y me voy a casa de Ázaro a las 10 de la noche, siempre un poquito mas tarde. Llego y nos dedicamos a conversar con Elkie, muy rara vez vemos televisión, hago ejercicio en ese tiempo, luego me ducho, ceno y luego me acuesto, esto es a las 2 de la mañana. No puedo dejar de hacer ejercicio porque enseguida me pongo barrigona, bueno eso hasta el día siguiente, que me levanto a las 10 menos cuarto, porque aquí no se dice cuarto para las 10. Me arreglo y me voy a la rutina diaria.
Empezó el verano muy fuerte, y dice Manolita que las guerras siempre se han desatado en verano, y ya tengo o mejor dicho tenemos una guerra con Ázaro, está insoportable, y todo le molesta. Bueno paciencia.
Estoy enferma, tengo mucha tos, malestar un poco, pero Manolita me escucha toser y me ha regresado a descansar, algo que no he hecho. Era mi oportunidad de poder conocer lugares que no conozco, porque no conozco nada, paso todo el día en casa de Manolita y no tengo tiempo de pasear. Pues bueno, he aprovechado mi enfermedad y he ido a Alicante al Corte Inglés. Es un centro comercial muy grande y muy bonito, nos llevó un amigo de Elkie en su coche (carro), pero él se quedó fuera esperando que salgamos, nosotras nos demoramos mucho y cuando salimos él se había marchado. Le advertimos que estaba mal estacionado y no quiso hacernos caso, llegó un policía y le puso una multa de 50€ (euros). Como nosotras teníamos que regresar pronto y no podíamos esperar el bus que se demoraba mucho, tuvimos que tomar un taxi que nos cobró 25€, lo peor es que se llevó las compras que habíamos llevado para enviarlas a Ecuador.
Al día siguiente fuimos a Elche a buscar a un primo de Elkie, y Elche ha sido tan grande que nos perdimos. Pero es muy lindo y nos gustaría mucho regresar a tomarnos fotos, porque como siempre, teníamos que regresar pronto a casa por si Manolita llamaba.
Ya regresé a trabajar. En realidad ahora me siento mucho peor que antes, pero ahora me tengo que aguantar. Pero a quien no le gustó mi ausencia fue a su hija, está furiosa. Pero bueno, como dicen aquí:
Tú tranquila. No pasa nada.
Son frases célebres, pues yo tranquila.
Ázaro está peor que antes, le molesta que suene el teléfono, le molesta mucho escucharme toser, se pone como loco, dice que para irme al locutorio no tengo tos. Quiere que a las 10:15 yo esté en casa durmiendo, no quiere escucharnos conversar dice que no le dejamos dormir. En realidad me siento muy incómoda, siento mucha nostalgia de mi familia, de mis amigas. Ázaro nos tiene de cabeza, queremos conseguir un piso (departamento), la mas desesperada soy yo por Ázaro y también por Elkie, a veces se pone pesada pero cuando me siento mal pienso en mis hijos y en mi propósito al estar aquí. Y como digo “Yo tranquila”.
Tengo un dolor muy grande, mucha pena, he conocido hace unos días a Grecia, una señora ecuatoriana, que por su edad, y por no tener papeles es muy difícil encontrar trabajo para ella. Ella llora mucho, y nos hace llorar a nosotras, vive con un hermano, su cuñada y unos sobrinos, pero como dice Orlando, la gente acá es transformista, después de unos días de carga ya no te soportan, ahora ella se ha marchado a Madrid donde una amiga. Que pena me ha dado, no quisiera encontrarme en su situación, pero casos como el de ella son muy frecuentes, y pienso qué suerte que he tenido yo.
Cerca de casa de Ázaro, donde vivo, hay un parque en el cual se encuentran varios ecuatorianos, ese es su hogar, no tienen donde vivir, no tienen dinero, comen lo que les regalan, buscan trabajo, y qué impotente nos sentimos… pero qué podemos hacer. No son los únicos. Hace unos días venia de casa de Manolita y me encontré a un hombre con una mochila a la espalda que me preguntaba donde se reunían los ecuatorianos para ir a trabajar al campo, no sabia que contestar. Cuando él se fue, las lágrimas se me salían de ver como la gente viene a sufrir a este país, vienen sin algo seguro, vienen a arriesgarse, y van de pueblo en pueblo buscando trabajo, porque siempre se termina la temporada y buscan otro lugar, porque no se pueden quedar instalados en un solo lugar sin trabajo.
Debido a todo el griterío de la hija de Manolita porque estaba molesta por haber dejado sola a su madre, aproveché y le dije a Aurelio que me de una tarde libre para poder distraerme un poco. Él aceptó de muy buena gana, se lo dijo a Manolita y ella aceptó de mala gana. Pero que lio se armó el dia domingo en la tarde, cuando regresé a prepararle la cena. A pesar de tener mi tarde libre yo le dije a Manolita que regresaría a prepararle la cena, pues nada, me echo, me dijo que regresara a seguir paseando. Según ella Aurelio no sabia que yo saldría y estaba molesto, pero lo que pasó es que como ella no escucha bien, cuando Aurelio la llamó para recordarle que yo saldría y como yo ya había salido, ella le dijo a todos los hijos que yo me había ido sin permiso. Una hija lo creyó y como cuando regresé ella estaba en casa pues también estaba molesta conmigo, pero ella tomó las cosas con mas calma, pero Manolita no, ni siquiera me habló.
Qué mal que me sentía, pero lo único que me tranquilizaba era cerrar los ojos y pensar en mis amores; en esos grandes ojos y enormes dientes, y en las locuras de mi muñeca.
Ahora llegó la nostalgia, que mal me siento, qué angustia, qué soledad. Tengo muchos deseos de llorar; que alguien me dé un gran abrazo, pero quien… Las personas que amo se encuentran muy lejos.
Son las fiestas de Novelda, toda la gente de este pueblo se encuentra “de cabeza”. Con muchas fiestas, mucha bulla, mucho ajetreo, y yo tan sola. Elkie está aprovechando las fiestas para salir con Jorge, y yo salgo de casa de Manolita y me dirijo a casa de Ázaro con una angustia muy grande.
He llamado a María y he conversado mucho, me ha dejado muy tranquila, es en estos momentos en la que necesitaba escuchar, la voz de una amiga.
CARTA A MIS HIJOS
Johancito, contigo es con el que menos he podido hablar por teléfono y cuando lo hacemos no atino que decirte, me das tanta alegría, cuando sé que estas al otro lado de la línea, me da gusto y solo cierro los ojos y te imagino junto a mi. Quisiera decirte tantas cosas que no sé como hacerlo, sé que eres un niño muy inteligente y que me entiendes bien sin necesidad de que te lo diga, pero igual te repito lo mismo de siempre. Papito te suplico te portes bien, no andes en la calle, piensa en mi, en la calle no encuentras nada bueno y no me perdonaría si algún dia cometes algún error.
Siempre decía que nunca me separaría de ustedes, que nunca les dejaría viviendo con tus tios, porque yo se lo duro que es,yo lo vivi, es por eso que yo prefiero que tu papa se quede con ustedes, a mi me gustaría ser yo quien este junto a ustedes, pero en realidad para una mujer es mas fácil encontrar trabajo aca en España.
Estoy deseando que los años pasen pronto y poder haber cumplido nuestras metas poder darte todo lo que necesitas, tu y tus hermanos, porque aunque no lo creas Gabriel, me hace pensar mucho.
Hay muchas ocasiones en las que me siento muy sola, que los extraño mucho y no hago mas que pensar en ustedes, pero pienso en que te estas portando bien, que todo marcha bien, que mi sacrificio no es en vano, que tiene sentido, piensa tu que si te pasara algo en algún momento no me lo perdonaría nunca. Johancito por favor, piensa bien las cosas antes de hacerlas, piensa que si yo estaría de acuerdo o no lo estaría, conversa con tu papa y pregúntale si él está de acuerdo con lo que pienses hacer.
Un dia me dijiste que el tiempo que estuviste solo con tu papa él se portó muy bien con ustedes, que era muy bueno, espero que ahora esté ocurriendo lo mismo, que te tenga mucha paciencia y que te quiera mucho.
Algún dia voy a regresar y vamos a estar nuevamente juntos los cuatro, no te digo que todo va a ser como antes porque no lo será, te prometo que todo va a ser mejor que antes que viviremos juntos tranquilos y felices; el estar tan lejos de ustedes me ha hecho reflexionar muchas cosas, una de ellas es que no he sido una buena madre, que me despreocupe mucho de ustedes, que hubieron castigos, que no supe conversar con ustedes como debía, pero a pesar de todo eso tu sabes muy bien cuanto los he amado, y siempre he estado muy pendientes de ustedes. Lo único que puedo pedirte ahora es que siempre que pienses en mi, pienses en las cosas buenas.
Como quisiera en este momento poder tenerte entre mis brazos y poder darte un besote, pero “yo tranquila” ya llegará ese momento, y estaremos en una mejor condición económica para poder disfrutar aquellos paseos que tanto nos gustaban y ahora me llenan de felicidad. Un dia Elkie me dijo que viva de los recuerdos y son muchos los recuerdos bonitos que tengo de cuando éramos felices
Te amo tanto hijito de mi vida, que no se de que manera decírtelo, cada momento que me siento a comer pienso en ustedes, si habrás comido, donde estarás, qué harás, y me pongo a llorar de nostalgia, pero el hecho de pensar que te portas bien, me tranquiliza.
Te pido por Dios que estudies, que por lo menos me des esa alegría de saber que piensas en mi; y no solo en mi sino en ti porque eso es lo que te va a ayudar en la vida para que no tengas que vivir lo que yo estoy viviendo por acá.
Cuídate, cuida a tu papá, que no tome, cuida las pocas cosas que tenemos, también cuida de mi chiquito, dámele de comer, y en algún momento háblale de mi, dile que lo extraño mucho.
Estas líneas son para la niña mas bonita del Ecuador, o debo decir para la señorita mas bonita del Ecuador.
Como me hubiera gustado estar junto a ti, el dia que te convertiste en señorita, darte un besote y llorar junto a ti, por el hecho de pensar que aquella niñita tan inquieta y bandida ahora es una señorita, mi señorita. Mamacita linda si supieras cuanta falta me haces, cuanto extraño tus locuras, tus besos, tus peinados, y me pongo tan mal cuando hablo por teléfono contigo y te siento tan distante, siento muchos deseos de llorar, pero no lo hago por no hacerte sentir mal.
La vida es muy dura, pero mas dura se siente en este país tan lejano, tan lejos de ustedes. Aquí la gente sufre mucho pero no es el trabajo únicamente, es el sentirse solo sin su familia, sin sus hijos. Pero todos tenemos una meta, y es la de un mejor futuro para nuestras familias, que es lo que espero conseguir lo antes posible para volver a mi país, Ecuador.
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